Con más de 20 años de experiencia en el mundo del café, he tenido la oportunidad de explorar y valorar lo que hace que un café sea verdaderamente excepcional.

No creas que a este conocimiento he llegado de forma impoluta, en medio, ha habido mil épocas, mil formas de entender "el buen café", mil cafés que me han sabido horribles y finalmente un conocimiento que me invita a concluir que si bien, como diría el filósofo, sólo sé que no se nada, tan sólo que el mejor café siempre está en movimiento, hoy es uno y mañana será otro. Seguramente lo que hoy escribo mañana puede tener 2-3 matices, pasado mañana 10 o 20 y dentro de un 2 años seguramente este artículo esté anticuado.  

Aún así, me atrevo a compartir algunos principios básicos, para que al menos te ahorres cientos de esos cafés que yo sí que me he tomado, y que finalmnete desembocó en la apertura de mi tostador y la decidida apuesta por el café de especialidad.

¿Y porqué el café de especialidad?

Tantos años al frente de una de las cafeterías tradicionales más famosas de España, me llevaron a probar muuuuuchos cafés, de distintos tostadores convencionales, y si te soy sincero, casi ninguno me gustaba, todos me sabían fuertes y quemados. Pensaba que a mí no me gustaba el café sólo (le añadía leche y azúcar), tomaba el café en "modo profesional", para saber qué tal estaba el nuestro, qué tal el que me ofrecían y qué tal el de la competencia... y hombre, había diferencias, es verdad, en ello influían muchísimo el barista, el proceso para la elaboración son fundamentales, pero ¿qué pasaba con el café? 

Para mí, que además hago catas de café de forma periódica y en la que siempre incluyo un "café del súper" resumiría las nota de cata de esos cafés en 3 grandes percepciones:

1. Notas a madera - paja muy tostadas. 
2. Notas a quemado en general, a plástico quemado, a cenicero,... 
3. "Me resulta familiar", al bar de cerca de la casa, a la moka que hacía la abuela/la tita cuando éramos pequeños... 

Y la clave, por la que no está más extendido el café de especialidad sea seguramente el último punto, y es que muchos, teníamos asociados ese aroma lejano a café a algo muy íntimo. Reuniones con la familia, con los primos, hermanos y amigos,... con los que charlar de forma relajada alrededor de una taza de café. ¿cómo y porqué cambiar el café de toda la vida? 

Es verdad, que puede parecer una "traición pero la realidad es que nada de esas reuniones tiene que cambiar, excepto que va a mejorar el aroma y el sabor del café que va a acompañar a esos entrañables momentos.

En resumen, es un cambio para mejor. 

Los motivos de porqué me decanté por el café de especialidad son:

1. Calidad y sabor inigualables: . Da igual el origen (Colombia, Etiopía, Centroamérica,...) te recomiendo que pidas tu café en grano. Al hacerlo, podrás apreciar las grandes diferencias en la calidad de los granos en comparación con el café convencional. Los granos de café de especialidad son de un color marrón más natural y están prácticamente libres de defectos como granos rotos o pequeñas ramitas, que son comunes en los cafés de supermercado.

2. Cultivo y cosecha sostenibles: A lo largo de mi carrera, he notado que los cafés de especialidad que mejor cuidan el medio ambiente, como los que son cultivados a la sombra, son bird friendly o incluso son cafés recolectados en el bosque directamente, son superiores en calidad y sabor. Cosecha tras cosecha, estos cafés demuestran que un compromiso con la sostenibilidad puede resultar en un producto excepcional.

3. Variedad para explorar: La riqueza de sabores en el café de especialidad es asombrosa. Desde notas frutales y florales hasta toques cítricos y especiados, cada variedad tiene su propio perfil de sabor único. En contraste, los cafés convencionales suelen tener un sabor plano y uniforme, con notas a madera quemada o carbón y a menudo incluso a plástico quemado.

4. Apoyo a la industria justa: Cuando veo los precios del café de supermercado, a menudo me sorprende cómo pueden ser más bajos que mi precio de coste. Esto me lleva a la conclusión de que los productores de café convencional están atrapados en un círculo vicioso económico del que es difícil salir. Al elegir el café de especialidad, estás apoyando una industria más justa y equitativa.

5. Mejor valor a largo plazo: Hice un cálculo personal sobre el consumo de azúcar. Si añades 2 sobres de azúcar (20g) a cada taza de café y tomas 2 tazas al día, estás consumiendo 40g de azúcar al día. Esto se traduce en 1,2 kg de azúcar al mes y una asombrosa cantidad de 14,4 kg de azúcar al año. El café de especialidad, con su sabor superior, te permite disfrutar de una taza satisfactoria sin necesidad de añadir azúcar. Esto no solo es beneficioso para tu salud, sino que también reduce el costo a largo plazo. Así, puedes disfrutar de una experiencia de café verdaderamente excepcional y más saludable.

En resumen, el café de especialidad es una elección mejor y más inteligente para aquellos que buscan una experiencia de café más completa y saludable.

Te invitamos a descubrir y disfrutar de estas diferencias por ti mismo. ¡Dale una oportunidad al café de especialidad y te prometemos que no te arrepentirás!